Pauperización

Tendencia al empobrecimiento masivo de las capas no burguesas de la sociedad y en particular de los trabajadores a través del aumento de la explotación en términos absolutos, el desempleo, la precarización general de las condiciones de vida y de trabajo y la guerra.

Origen de la pauperización

La causa de la pauperización está en la naturaleza misma del proceso de acumulación. Cuando el mercado no crece al ritmo que necesitaría la acumulación de capital, solo el aumento de la explotación en términos absolutos permite un alivio a la rentabilidad del capital productivo. Sin embargo, al hacerlo, restringe aun más la demanda, alimentando un círculo vicioso en el que irremediablemente crece el desempleo.

Bajada de poder adquisitivo del salario, reducción o desaparición de los servicios básicos, precarización y desempleo son los tres vectores principales de la pauperización porque son las vías o los acompañantes necesarios de los intentos de la burguesía por aumentar la explotación en términos absolutos.

Desarrollo histórico de la tendencia

En el capitalismo ascendente la pauperización aparece solo al final del ciclo económico, cuando se forman grandes masas de parados, aumentan las jornadas y bajan los salarios de forma generalizada. Sin embargo, en cada caso, la expansión del mercado mundial revierte la tendencia y comienza un nuevo ciclo de acumulación sin su lastre.

A partir de la entrada del capitalismo en su fase de decadencia histórica, la pauperización se convierte en una tendencia permanente y global. Es evidente en la guerra y a lo largo de la larga fase de crisis que sigue a las reconstrucciones bélicas, pero está presente incluso durante la reconstrucción en los países más débiles y periféricos.

Ya no es el resultado de un momento en la expansión del sistema sino de una fase en la que la carencia de mercados extracapitalistas no puede salvarse ya con una nueva expansión del mercado mundial. Este «enclaustramiento» del capital en un mundo finito que no puede absorber el total de la producción con lo que el capitalismo entrega a los trabajadores como salario, dispara las huidas hacia el crédito, la formación de capital ficticio especulativo y la tendencia a la baja de la tasa de ganancia. La tendencia permanente a la crisis es también tendencia permanente a la pauperización de los trabajadores.

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