Proletariado

Proletariado

El proletariado es la clase trabajadora característica del modo de producción capitalista. Por el lugar que ocupa en él -producir plusvalía mediante su trabajo colectivo- es al mismo tiempo una clase explotada, universal y revolucionaria.

El proletariado clase universal

El proletariado es una clase universal en dos sentidos:

  1. Existe en todo el mundo, como producto que es de un capitalismo que hace mucho que conquistó ya todo el planeta, y lo que le define como tal -ser producto de la relación capital trabajo- es idéntico en cualquier lugar; por eso tiene unos únicos intereses en todo el planeta.
  2. Cuando lucha como clase no reclama ningún tipo de privilegio particular que prepare una nueva forma de explotación, reclama necesidades universales, humanas y genéricas; anticipando una sociedad, el comunismo, en el que la producción se convierte en una actividad consciente y colectiva orientada no por el capital y su lógica de acumulación sino por la satisfacción de esas propias necesidades.

El proletariado como clase revolucionaria

Por ser una clase universal, la perspectiva comunista está presente en cada una de sus expresiones de lucha, se desarrolle o no esa perspectiva. Por eso es la clase revolucionaria del modo de producción capitalista al margen de las subidas y bajadas de su conciencia de clase.

No se trata de saber lo que tal o cual proletario, o aun el proletariado íntegro, se propone momentáneamente como fin. Se trata de saber lo que el proletariado es y lo que debe históricamente hacer de acuerdo a su ser. Su finalidad y su acción histórica le están trazadas, de manera tangible e irrevocable, en su propia situación de existencia, como en toda la organización de la sociedad burguesa actual.

Marx y Engels. La sagrada familia, 1844

El proceso de constitución en clase

Históricamente la clase apareció como clase «en relación al capital», es decir, como masa explotada y productora de plusvalía. Fueron las primeras luchas que fueron más allá de la fábrica o la reivindicación local -la jornada de 8 horas por ejemplo- las que dieron por primera vez el salto del proletariado a clase para sí, clase capaz de entenderse, expresarse y luchar como tal por encima de las divisiones impuestas por la producción o el aparato ideológico del sistema. El proletariado se constituye entonces «en clase y por tanto en partido político», como describirá el Manifiesto Comunista, en la medida en que su lucha le convierte en un sujeto político propio e independiente de cualquier fracción de la burguesía.

Este movimiento de afirmación a través de la lucha de clases, se dio en paralelo a la aparición de las primeras expresiones políticas y programáticas de los trabajadores. Minorías como los «comunistas icarianos» en Francia o la «Liga de los Justos» en Alemania, que evolucionaron a partir de 1847 para destilar una perspectiva comunista sobre bases materialistas y una demolición sistemática de de la ideología: el marxismo.

Desde ese momento queda claro que el proletariado necesita constituirse en clase dominante de la sociedad mediante la toma del poder político, para acabar con la relación capital-trabajo y desmercantilizar la sociedad.

Es decir, el proceso de constitución del proletariado comienza con su existencia sociológica como clase para el capital, se desarrolla con su aparición como sujeto político y culmina, tras la revolución, con su conversión en clase dominante del conjunto social que encara la destrucción mundial del régimen de salariato y la afirmación de un metabolismo productivo dirigido por las necesidades humanas, nutrido de cada cual según sus capacidades y dando a cada cual según sus necesidades.

Conciencia de clase

Ese proceso de constitución en clase hasta convertirse en clase dominante, para poder acabar con la base material misma de la existencia de divisiones sociales, es en realidad un proceso de toma de consciencia. La consciencia de clase del proletariado no es otra cosa que la consciencia de la necesidad y la posibilidad del comunismo.

Como clase explotada, el proletariado está privado de los medios de producción, entre ellos de los medios de producción intelectual. Por eso, esa consciencia de clase no se expresa como un «estado de opinión», sino como la afirmación de las necesidades surgidas en y para el desarrollo de las luchas. El proceso se resuelve con la constitución de la clase como partido dirigente de la sociedad y su ataque, desde el primer momento, a las relaciones capitalistas, convirtiéndose por tanto en proceso de negación del capitalismo y afirmación de una sociedad dirigida por y para la satisfacción universal de las necesidades humanas.

La clase se define por su relación con el futuro

Lo que define pues a la clase en cada momento de su desarrollo es la relación con el futuro, el Comunismo, en el presente.

El comunismo no es un estado que debe implantarse, un ideal al que ha de sujetarse la realidad. Nosotros llamamos comunismo al movimiento real que anula y supera al estado de cosas actual. Las condiciones de este movimiento se desprenden de la premisa actualmente existente.

Marx y Engels. La Ideología alemana, 1846

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