Capitalismo

Capitalismo

Modo de producción basado en la mercantilización del trabajo humano y sus productos, cuyo objetivo específico es la producción de plusvalía, es decir, la extracción de plustrabajo que genere el aumento de la masa de dinero en términos constantes que vuelve al balance de los propietarios del capital al final de cada ciclo de producción.

Las particularidades del capitalismo en comparación con medios de producción anteriores

En el capitalismo la expropiación de la clase trabajadora se produce por medios fundamentalmente económicos

El capitalismo es el primer modo de producción en el que la expropiación de la clase trabajadora se produce por medios fundamentalmente económicos. No es la exacción armada del señor feudal y el uso de la violencia por el estado la que expropia de forma directa una parte del producto del trabajo ajeno.

Por el contrario, es el intercambio aparentemente libre y generalizado de mercancías el que permite extraer trabajo no remunerado, en forma de plusvalor, de la clase trabajadora característica de este modo de producción: el proletariado.

Por supuesto sigue existiendo exacción directa en muchas formas -a través del estado, por ejemplo- pero no es ni la fuente principal ni la característica ni la base del funcionamiento del sistema.

El capitalismo es un sistema, no una relación social que pueda existir aislada

Bajo la apariencia de un complejo sistema de intercambios voluntarios, el capitalismo esconde en realidad la apropiación de trabajo impago del conjunto de los trabajadores por el conjunto del capital. No es la suma del resultado de la explotación empresa por empresa, es un sistema: requiere de un un marco institucional que domine a toda la sociedad, convierta en mercancía la fuerza de trabajo humana, obligue a la gran mayoría a venderla libremente en el mercado de bienes y servicios para sobrevivir y finalmente permita que el capital se organice en un mercado paralelo de capitales que distribuya las ganancias.

Es decir, no hay capitalismo en una sola empresa. Y no hay capitalismo sin estado capitalista. Por eso, por mucho que hubiera una burguesía desde la Edad Media, el capitalismo no comenzó hasta que una serie de revoluciones en Inglaterra, EEUU y Francia dieron el poder estatal a la burguesía. La función específicamente capitalista del nuevo estado nacido entonces, fue establecer las relaciones sociales y jurídicas que convirtieron el trabajo en la única mercancía que poseía la gran masa de la población. Condiciones que obligaron a esta nueva clase social, el proletariado, a venderla voluntariamente para sobrevivir.

El capitalismo necesita desarrollar permanentemente las fuerzas productivas

Como las clases dominantes de las sociedades basadas en la división de clases que le precedieron, la burguesía mide el éxito de su economía y su sistema -el capitalismo- por su capacidad para apropiarse y dirigir para sus propios fines el resultado del trabajo social.

Pero a diferencia de los modos de producción anteriores, el capitalismo tiende a aumentar continuamente la producción y expandir el mercado, transformar las relaciones sociales anteriores en relaciones mercantiles y modificar los medios de producción para permitirle disfrutar de una mayor cantidad de producto social.

La burguesía no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción y, por consiguiente, las relaciones de producción, y con ello todas las relaciones sociales. La conservación del antiguo modo de producción era, por el contrario, la primera condición de existencia de todas las clases industriales precedentes.

Una revolución continua en la producción, una incesante conmoción de todas las condiciones sociales, una inquietud y un movimiento constantes distinguen la época burguesa de todas las anteriores. [...] Espoleada por la necesidad de dar cada vez mayor salida a sus productos, la burguesía recorre el mundo entero. Necesita anidar en todas partes, establecerse en todas partes, crear vínculos en todas partes.

Carlos Marx y Federico Engels. Manifiesto del Partido Comunista, 1848

Cómo el capitalismo hace de la clase trabajadora que crea una clase universal

Este carácter fundamentalmente económico, aparentemente automático, de la explotación bajo el capitalismo, lleva a que la negación del proletariado sea total.

El proletariado mismo se define como lo opuesto de todo lo que caracteriza a la sociedad: en una sociedad definida por el intercambio generalizado de mercancías, no tiene otra mercancía que vender que su propia fuerza de trabajo; en una sociedad cuya clase dirigente se agrupa y organiza la sociedad en estados nacionales, el proletariado tendrá una condición universal que representa la disolución de todas las nacionalidades.

Todo lo que define la experiencia humana, todo lo que define al ser humano bajo el capitalismo -libertad mercantil, igualdad ante el estado, fraternidad en la nación- le es ajeno. La libertad mercantil es para el proletariado esclavitud asalariada; la igualdad ante el estado, negación como clase política; la fraternidad nacional obligación de sacrificarse por el capital nacional en crisis y guerras.

Bajo el capitalismo, toda necesidad pasa a estar supeditada a las necesidades del capital y por tanto universalmente negada en el proletariado.

Recordemos por un segundo al sindicalista que nos dice que no se puede reivindicar lo que las cuentas de la empresa no pueden sostener sin pérdidas, al funcionario que nos dice que los tratamientos médicos o las pensiones deben supeditarse al objetivo de déficit, al dirigente que dice que las fronteras no pueden abrirse a los migrantes en busca de trabajo porque no hay capacidad de empleo o al político que nos dice que no autorizará confinamientos frente a la pandemia porque la economía sufre

...mientras el porcentaje del valor de la producción nacional destinado a satisfacer rentas de capital lleva al alza sesenta años, los hospitales de las clases dirigentes ofrecen todos los tratamientos existentes a quien pueda pagarlos, las fronteras siempre estuvieron abiertas para los capitales y sus gestores, y la burguesía vive en todo el mundo confinada en sus barrios fortaleza sin que suponga ningún problema.

Es de esta negación total y universal de donde nace su característica principal: es una clase universal, y no solo por existir mundialmente sino por la naturaleza de las reivindicaciones que aparecen en sus luchas aun en sus formas más limitadas: el proletariado lucha por necesidades humanas genéricas, universales, no por privilegios para explotar a otras clases sociales. Por eso es la clase revolucionaria del modo de producción capitalista. Solo una clase universal explotada y universalmente oprimida y negada puede ser portadora de un programa que niega a su vez toda forma de explotación, opresión o discriminación: el comunismo.

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